Impulsada por la visión de que cada persona merece un lugar digno para vivir, Hábitat para la Humanidad inició labores en 1976 en los Estados Unidos. Hoy, es la organización líder mundial sin fines de lucro que empodera con vivienda a familias que lo requieren en los 50 estados en los EE. UU. y en más de 70 países.
Las familias y personas necesitadas de una mano se asocian con Hábitat para construir o mejorar un lugar al que puedan llamar hogar. Los propietarios de una vivienda Hábitat no son simples espectadores, sino que participan en la solución de su vivienda. Muchos construyen su vivienda junto con voluntarios del programa de Hábitat llamado Aldea Global.
Éste tiene más de 30 años ofreciendo a los voluntarios la oportunidad de viajar a otro país, para que experimenten otra cultura, mientras trabajan al lado de familias en necesidad de una vivienda digna. Las actividades que los voluntarios realizan varían según cada proyecto y pueden ser la construcción de una nueva casa, la ampliación o reparación de una vivienda existente, el trabajo en desarrollo comunitario y/o la participación en talleres de educación financiera con las familias beneficiadas.
Brasil y República Dominicana son dos países en los que Hábitat trabajó recientemente creando viviendas dignas para la población de escasos recursos.
Brasil: Vivienda como sinónimo de estabilidad
En marzo de 2019, los aviones de Delta Airlines aterrizaron en Porto de Galinhas- Pernambuco. La décimo sexta edición del Programa Global de Voluntarios de Delta Airlines convocó a más de sesenta empleados, incluidos directores, directores generales, pilotos y azafatas, a construir casas en conjunto con Hábitat para la Humanidad Brasil. La acción tuvo lugar en la comunidad Nossa Senhora do Ó, ubicada en el municipio de Ipojuca (a 56 km de Recife) y rodeada de playas paradisíacas, resorts y condominios de lujo.
La región no costera de la ciudad es extremadamente precaria y sus habitantes carecen de vivienda digna, infraestructura y servicios públicos. En el transcurso de una semana, los empleados de la aerolínea y los residentes de la comunidad unieron trabajo y mucha voluntad para construir seis viviendas nuevas de 45 m². La mayoría de las familias aliadas eran madres solteras o jefas de familia, con niños, adolescentes y personas con discapacidad, que vivían en viviendas muy precarias y que solían invertir la mayor parte de sus ingresos mensuales para pagar un alquiler.
Gabriela, una mujer de 28 años residente de la comunidad de Nossa Senhora do Ó, fue una de las personas que tomó la decisión de aliarse con Hábitat Brasil para este proyecto. Tener un nuevo hogar le da a Gabriela la oportunidad de solicitar nuevamente la custodia de sus dos hijos mayores, meta que ella jamás ha abandonado y que era imposible de alcanzar cuando no tenía casa. Gabriela asevera que “me va a hacer inmensamente feliz que todos mis hijos vivan conmigo”.
Este proyecto contó con la participación de varios aliados: gobierno local, Delta Airlines, Gol Linhas Aéreas, Banco Santander y, por supuesto, las familias de las comunidad.
República Dominicana: vivienda mejora condiciones de salud
Senona y Enelio vivían en una casa hecha de palos, madera y zinc; todos los materiales en mal estado. La casa no tenía una altura adecuada y estaba a punto de colapsar. La pareja vivía sola y producía su comida en la tierra circundante.
Con el apoyo del proyecto “Construyendo juntos para las familias de San Juan, Azua y Samaná”, Hábitat República Dominicana junto con Hábitat Canadá y el proyecto Vecinos Globales, subsidiaron una nueva casa para Senona y Enelio.
Hoy, tienen una casa más segura, con más espacio, con la altura adecuada y en condiciones para vivir dignamente. Las condiciones de vida de estos dos adultos mayores han mejorado notablemente, sobre todo en la salud y la protección de su integridad física.
En caso de querer empoderar con vivienda a más familias alrededor del mundo y, puede visitar https://www.habitat.org/lac-es para más información.