Jóvenes en Belice creando un cambio positivo en su entorno
Levántate con una sonrisa. Especialmente si no eres una persona madrugadora, poner una gran sonrisa en tu cara al despertarte resultará en el envío de ondas positivas a tu cerebro. Estudios científicos han demostrado que sonreír produce oxitocina, una hormona que es liberada cuando tu humor cambia y que le manda señales al cerebro para que también sonría creando ondas positivas en tu cuerpo y en tu día.
Arregla tu cama. Piensa en este pequeño truco como una buena acción que mejora tu vida en general. Si bien, probablemente no sea una de tus actividades favoritas, numerosos estudios han mostrado que las personas que hacen su cama en las mañanas tienden a ser más productivas y felices. Gretchen Rubin, autora de ‘El proyecto feliz’ constató que una de las acciones más simples que conducen a la felicidad, es hacer la cama en la mañana. Esta sencilla tarea genera en la persona los sentimientos de logro y orden y puede conducir a hacer pequeñas tareas positivas que mejorarán el día completamente.
No prendas las luces. En lugar de prender las luces de tu habitación como primera cosa que haces en el día, abre las cortinas y permite que la luz solar penetre a través de las ventanas e inunde el espacio en el que te encuentras. Además de servir para que te despiertes y despabiles, la luz solar tiene numerosos beneficios en nosotros.
Disfruta de los beneficios de la luz natural al tiempo que ahorras energía eléctrica y dinero.
Voluntarios en Malawi departiendo con adultos mayores
Prepara un desayuno saludable. Puede sonar fácil comer afuera pero el desayuno es el momento perfecto del día para que te prepares una comida saludable. Conocido como la comida más importante del día, el prepararte un desayuno balanceado te ayudará a tener un mejor comienzo, con más energía, una mejor digestión y es bueno para el metabolismo. Prepara huevos revueltos con una ensalada saludable, o un licúa frutas con espinaca y algún otro superalimento para empezar el día con energías.
Limpia y ordena siempre. Esta es una buena acción incluso si vives solo y especialmente si no vives solo. Al mantener la limpieza y el orden estás mostrando respeto hacia ti mismo, hacia tu espacio a la vez que estás creando un entorno agradable. Si no vives solo, estás haciendo tu parte, a la vez que liberas a los otros de ese trabajo, eres amable y colaboras con la felicidad de quienes comparten el espacio contigo.
Voluntarios en Mauritania limpiando una playa
Recicla. Separa el plástico, el vidrio y el papel y tíralos donde deben ir, en los botes de reciclaje. Al reciclar nuestros desechos estamos permitiendo que sean usados para crear nuevos recursos y materiales al tiempo que colaboramos con la Tierra y la naturaleza. Una sola persona produce un promedio de dos kilos de basura por día, lo que significa seiscientos ochenta quilos al año. Sin lugar a duda, una sola persona que recicle marca una gran diferencia.
Ordena y limpia tu ropero. Si tienes ropa que ya no usas, donarla es una excelente forma de ayudar a alguien que lo necesite. Tus donaciones no beneficiarán solamente a quien las recibe sino que generará beneficios también para ti: limpiar y ordenar un espacio y deshacerse de las cosas que uno ya no usa redundará en una sensación de bienestar y tranquilidad. Si te sientes desanimado o estás deprimido, hazte tiempo para ordenar y deshacerte de las cosas que ya no usas o no necesitas, en el sentido más amplio de la palabra.
Voluntarios felices en la feria de organizaciones sin fines de lucro en Roma, Italia
Transmite amor todos los días. Así como las sonrisas son contagiosas, el amor también lo es. Deja notas con buenos deseos y pensamientos positivos en un espejo de la casa o abraza a tu familia antes de irte en la mañana. Tener un hogar lleno de amor transmite calidez, crea un sentido de pertenencia y genera una atmósfera de paz en la cual vivir.
Date una ducha corta. Podemos creer que los recursos hídricos son ilimitados y durarán para siempre, pero la realidad es completamente diferente, el agua es uno de los recursos más valiosas que tenemos y debemos hacer todo lo que está a nuestro alcance para preservarlo. Si bien a veces queremos disfrutar de una ducha larga, limitar el tiempo en tan solo dos minutos menos puede hacer la diferencia ya que con ese cambio puedes ahorrar hasta diez galones de agua. ¡Imagina cuánta agua se podría ahorrar si tú y tus vecinos hicieran ese cambio!
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