Mi nombre es Mauro Borsella. Nací en la Patagonia Argentina (Trelew, Chubut – 1977), y actualmente estoy radicado en Buenos Aires por trabajo, pero compartiendo residencia en la provincia de Córdoba con mi hermosa familia. Combino ser ambientalista con el mundo del voluntariado hace ya muchos años.
Desde hace 15 años mi trabajo me permite correr el mundo pudiendo conocer personas y ambientes diferentes. Comencé en el campo de las jornadas de limpieza, ya que al vivir a metros del mar, veía como las líneas de pesca y demás residuos formaban parte del paisaje (por supuesto, sin comparación con la triste realidad que vemos hoy en día).
Es a partir de estas experiencias que me volqué hacia el estudio de los microplásticos en ambiente costero, siendo algo que cada vez me atrapa y emociona más, esperando que encontremos medidas para revertir la problemática.
Sin embargo, fue desde “Vamos a Hacerlo Argentina” (Let´s Do It Argentina) que di mi primer paso en la participación activa en organizaciones no gubernamentales, entendiendo que es mucho lo que se pude hacer individualmente, pero más aún si unimos esfuerzos. De hecho, en el 2017 participamos del Día de las Buenas Acciones en un evento hermoso que guardo en mi corazón.
Actualmente soy director para Latinoamérica y el Caribe de la organización global Let´s Do It World. Una tarea por demás desafiante y ardua que me permite entablar contacto con todos los líderes de la región, quienes realizan un excelente trabajo diario en pos de un mejor ambiente.
El compartir acciones con casi todos los países existentes es una posibilidad única. Cuando estuve en Tallin – Estonia, casa central de la organización, pude ver de primera mano las grandes jornadas de limpieza que han sucedido en todo el mundo. Por ejemplo, en Kyrgystan donde se contó con la presencia del presidente de la nación al igual que Estonia, o en Indonesia movilizando más de 9 millones de voluntarios. Más allá de esto, poder estar en contacto con diversos líderes de muchas organizaciones es algo único, que me educa como persona además de formarme como ambientalista.
El Día Mundial de Limpieza, − actividad emblema de Let´s Do It World− permite brindar la posibilidad de sumarte a una acción global, con resultados que realmente cambian la realidad. Con 180 países y más de 20 millones de participantes en la edición del año pasado, los resultados fueron asombrosos.
Pero no debemos quedarnos con el trabajo en un solo día, sino todo lo contrario. Debemos brindar soluciones en medio de tantos problemas, como por ejemplo depositar nuestros residuos en los lugares apropiados, intentar reducir nuestro consumo, reutilizar cada vez que nos sea posible, y repensar nuestras compras. Al fin y al cabo, nosotros los consumidores, tenemos el poder de cambiar la realidad.
El concepto de voluntariado ambiental es relativamente novedoso, pero cada vez más y más personas encuentran dentro de esta actividad un medio para poder canalizar sus ganas de mejorar el ambiente que vivimos. No me queda más que fomentar en cada uno de ustedes, lectores, esta actividad que realmente nos llena el alma.
Si quieres leer otro artículo sobre voluntariado ambiental, puedes leer la historia de Liccet Suárez.
La problemática ambiental me llevó también al campo académico, realizando una licenciatura y un posgrado en Gestión Ambiental, mientras que me encuentro en la etapa final de tesis de maestría. Cuando uno ama lo que hace, realmente el tiempo desaparece y se enfoca en aquello más y más.
Paralelamente a mi pasión por el cuidado ambiental, también tengo interés en lo social. Para ello, fundé “Veo Veo Banco de Anteojos”, una ONG que brinda armazones a personas que lo necesitan, con resultados muy gratos. Es interesante analizar como algo que pensamos que es un residuo se trasforma en un recurso para otro. Los invito a visitar tanto la página de Facebook como de Instagram de Veo Veo Banco de Anteojos, para conocer más sobre esta acción de voluntariado, con la cual también formamos parte del Día de las Buenas Acciones.
En el futuro aspiro a seguir desarrollando tareas que fomenten el pensar y el actuar, ya que cada vez más necesitamos personas con vocación de servicio tanto en lo social como en lo ambiental. Por todo lo anterior, los invito a ser partícipes activos de este cambio mundial, siendo verdaderos héroes ambientales, haciendo lo que esté a nuestro alcance, desde nuestro lugar a fin de mejorar el entorno que vivimos.
Finalmente, he decidido cerrar este artículo con unas palabras de un ser extraordinario, quien supo realmente cambiar mi forma de pensar, y no sólo para con el ambiente sino en la vida misma. Ella es Sylvia Earle. A quienes no la conocen los invito a bucear -nunca mejor utilizado el término- en internet sobre su maravillosa obra:
“Muchos de nosotros nos preguntamos qué podemos hacer como individuos, pero la historia nos muestra que todo lo bueno o lo malo, comienza porque alguien hizo algo o, de hecho, no hizo nada”
Muchísimas gracias por el tiempo de leer estas líneas. Si tienes algún comentario, por favor envíamelo a mauro.borsella@ldiw.org. Agradezco profundamente al Día de las Buenas Acciones, la posibilidad de compartir estas palabras con ustedes.