Menu
Español

Se prevé que para el 2030, el cáncer en América Latina aumente un 32%; lo que representa una prioridad y urgencia, que busca que los países lleven a cabo estrategias desde sus agendas, a través de alianzas entre diferentes actores sociales con el fin de tomar acciones permanentes en esta lucha y permear la conciencia de los tomadores de decisiones a fin de que esta enfermedad sea considerada como tema de atención permanente para garantizar una vida sana y promover el bienestar a todas las edades. Sus objetivos son la generación de conciencia y comunicación entre la sociedad –de todos los sectores y a todos niveles– para el diseño de las políticas públicas, el desarrollo de investigación e innovación, mayor inversión en la prevención, detección y tratamientos, además de crear programas en los que se compartan las mejores prácticas médicas para el tratamiento del cáncer, considerado como una epidemia global; asegurando con esto una respuesta sostenible.

Analizando los objetivos antes descritos, recuerdo la frase de una mujer, empresaria y filántropa, Evelyn H. Lauder, quien creó el lazo rosa como símbolo de la concientización sobre el cáncer de mama: “Esto es realmente algo que nunca podría hacer una sola persona; tiene que hacerse en grupo”; con el lanzamiento del emblemático listón rosa, que ha creado inspiración en todo el mundo sobre sensibilizar para prevenir y tratar el cáncer de mama, impulsando la investigación. Fue tan visionaría que después de años con la creación de esta nueva agenda se pretende cumplir objetivos que antes no se visibilizaban como un problema de salud pública y hoy mantiene cifras tan alarmantes, tales como para considerarla una epidemia mundial.

Muchas organizaciones generan buenas acciones a través de la conciencia sobre el tema, porque esta lucha no solo trata de ponernos un listón, vestirnos de un color, iluminar monumentos, porque el cáncer no es un color –sin demeritar el trabajo que esto genera en la concientización a la población–, el cáncer es un problema de salud mundial que debe ser medido para buscar su paliación con la creación de asociaciones en un ecosistema de innovación que es esencial para avanzar en la investigación de la detección oportuna, del tratamiento correcto y accesible, pero sobre todo el incremento de una cultura en educación de la salud para disminuir los factores de riesgo.

Estamos comenzando a darnos cuenta de que trabajar juntos es importante; de poco sirve la detección, si una vez diagnosticado, no se encuentra respuesta a la pregunta ¿y ahora qué?, ¿qué es lo que sigue?

Cuando hablamos de pobreza farmacéutica y exclusión sanitaria, el cáncer si es una sentencia de muerte –y aunque el índice de supervivencia relativa de cinco años para todos los cánceres es del 68%; la realidad es que para la supervivencia se requiere acceso a servicios sanitarios correctos, oportunos y accesibles– el tratamiento del cáncer puede ser eficaz, especialmente cuando se detecta a tiempo y la efectividad del tratamiento depende de someterse al curso completo del mismo.

Las voces de la sociedad en esta lucha exponen una realidad conocida por muchos y callada por otros, y es que la pérdida de empleo, la incapacidad para hacer frente a los gastos corrientes o las nuevas necesidades que provoca el cáncer, son claros ejemplos de cómo vive un paciente con dicha enfermedad desde la vulnerabilidad en todos sentidos, provocando una pobreza y desigualdad, no solo agravando la situación de fragilidad y exclusión social en colectivos previamente vulnerables, sino empobreciéndolos, demandando una ayuda a un sistema de salud que hoy en día no está pudiendo hacer frente a esta problemática social.

Sabemos que cada uno de nosotros tiene la habilidad de marcar la diferencia, y que juntos podemos conseguir progresos reales a la hora de reducir el impacto mundial del cáncer. Ante ello, instamos a que desempeñe su papel en la creación de un mundo sin cáncer; es momento de UNIR NUESTRAS VOCES Y PASAR A LA ACCIÓN.

El “día mundial contra el cáncer de mama” no es un día más en el calendario, es una propuesta de VALOR, para inspirar el cambio y llamar a la acción incluso mucho tiempo después del día señalado.

En RedSalud Internacional seguimos trabajando con “VALOR”, porque creemos en un mundo sin cáncer y sin pobreza farmacéutica, y continuaremos en la lucha por conseguirlo sumando esfuerzos con organizaciones que se sumen a la iniciativa de seguir instalando Farmacias Rosas que permitirán a los colectivos que se encuentran en la lucha contra el cáncer que puedan mantener sus proyectos, porque cuando muchas empresas crean sus fundaciones para fortalecer su relación con la comunidad, hoy es tiempo que las organizaciones civiles cambien su visión y empiecen a concentrarse en tener un brazo de sostenibilidad que les de permanencia en su lucha social.

Conoce nuestra propuesta de VALOR ingresando aquí.

PARTICIPA EN EL DÍA DE LAS BUENAS ACCIONES

Skip to content