Como sociedad, cada vez es más evidente que tenemos malos hábitos. Esto queda al descubierto cuando, por ejemplo, entramos apurados a la cafetería, pedimos lo que queremos tomar, lo agarramos y nos vamos sin tan siquiera agradecerle al barista; cuando dejamos correos sin responder o llamadas sin devolver por días; o, cuando viviendo en el mismo apartamento durante años, no conocemos a nuestros vecinos.
Vale aclarar que, de todos modos, la gran mayoría de nosotros tratamos de hacer nuestro mejor esfuerzo, y cuando andamos apurados e ignoramos a los otros no lo hacemos adrede ni somos groseros con premeditación. Sin embargo, es cierto que podemos mejorar y mucho.
Si lo que quieres es bajar un cambio e inyectar un poco de amabilidad en tu vida, lo único que debes hacer es incorporar unos pequeños ajustes en tu rutina. “Es importante ser amable con las personas que te rodean, ya que esto te conecta con los otros y te recuerda que hay bondad en el mundo” explica la experta en relaciones Kait Scalisi, y agrega, “esto es algo necesario especialmente hoy en día.”
Aquí te compartimos varias maneras en las que se demostraba respeto y gratitud en los viejos tiempos, pero que siguen siendo totalmente relevantes hoy en día.
- Dales la bienvenida a tus vecinos
Los días en los que entrabas a la casa de tus vecinos sin golpear la puerta ya pasaron, pero igual puedes recibir y darles la bienvenida a tus nuevos vecinos de otra forma. Pasa a visitarlos con una botella de vino, invítalos a comer un asado o simplemente tócales el timbre y preséntate. Eso hará que ellos se sientan bienvenidos y tú te convertirás en un buen vecino.
“Las comunidades son tan importantes para la felicidad,” dice Scalisi. “El encuentro con los vecinos es una manera pequeña pero poderosa de mejorar la vida de todos.”
- Presta atención a las personas que necesitan ayuda
Convierte en un hábito el poner atención a las necesidades de los otros, como por ejemplo cuando llega al edificio uno de tus vecinos cargando las compras del supermercado. El simple hecho de darle a alguien una mano puede marcar la diferencia en su día.
“Cuando vayas caminando por la calle, observa a tu alrededor,” nos dice Donna Cameron. “Sonríe y haz contacto visual con el otro. ¿Puedes ayudar a alguien con las compras o abrirle la puerta?”
- Cede tu asiento en el ómnibus
La próxima vez que viajes en ómnibus y veas a otro pasajero de pie, tanto si es una mujer embarazada, una persona de la tercera edad o simplemente alguien que se vea cansado, cédele el asiento. Un gesto de ese tipo siempre es apreciado.
- Visita a tus amigos de manera espontánea
Actualmente, todos sentimos la necesidad de hacer planes de antemano, estableciendo un horario y un lugar convenido. ¿Has considerado la posibilidad de visitar a un amigo sin avisarle, tal como hacíamos antes?
“Mientras crecíamos era común ir de visita a la casa de alguien sin avisar ni agendar, especialmente en caso de enfermedad o problemas,” nos cuenta Amy M. Gardner quien es coach certificada en Apochromatik. Lo que uno menos quiere es molestar, pero a veces es lindo sorprender a alguien simplemente llegando de visita sin avisar.
- Agradece a todas las personas con las que interactúas
Es imposible parar para hablar con todas las personas con las que te cruzas, pero si puedes agradecer a todas las personas con las que interactúas diariamente.
“En la verdulería o en la cafetería, conversa con el dependiente o el barista- saluda, pregunta cómo se sienten y agradece”, sugiere Cameron.
Y actúa igual con tus amigos y familiares. Cuando estes almorzando, guarda tu teléfono y concéntrate en la conversación, tus amigos lo apreciarán y agradecerán.
- Permite que las otras personas sean amables contigo
Para ser realmente amable, debes también permitir la reciprocidad.
“Hemos desarrollado un nivel de autosuficiencia tal que no nos sentimos cómodos recibiendo,” explica Cameron. “Simplemente no sabemos cómo o bien no confiamos en los motivos que tienen otros para dar. Debemos entrenarnos para saber recibir con aprecio y alegría y recordar que permitir que alguien experimente el placer de dar es un gran acto de bondad.”
- Llama a alguien con quien hace tiempo no estás en contacto
¿Hace cuanto que no llamas a tu hermana? Sería divertido que la sorprendas con tu llamada.
“En la era de los mensajes de texto, sigue siendo importante usar el teléfono,” comenta la autora y coach Jaya Myra. “Es difícil demostrar emociones y tener conexión a través de mensajes de texto. Tomarse el tiempo para hablar con las personas refuerza las relaciones, las hace más robustas y te deja permite sentirte más completa con las relaciones.”
- Encandila con tu sonrisa
No tienes que ir por la vida pretendiendo ser divertido cuando no lo eres o sonriendo por la calle porque alguien te dijo que debes hacerlo, pero si estás buscando una forma fácil y rápida de ser amable, sonreír es una de las mejores maneras de lograrlo.
“Sonreír saca lo mejor de las personas (incluido tú mismo),” dice Myra. “Sonreír es gratis, rápido y una manera simple de compartir algo significativo con otra persona al hacerle su día más especial, es una fórmula ganar-ganar para todos. Además de mejorarle el día a otro, está científicamente comprobado que sonreír mejora nuestro humor también.” Entonces, ¿por qué no haces la prueba?
- Tómate el tiempo para responder los mensajes
Seguramente recibes cada día decenas, sino cientos, de correos electrónicos, mensajes de texto y llamadas y aunque a veces resulta imposible responder a todos, puedes tratar de dedicarle cierto tiempo a responder.
Muchas personas hoy en día ignoran a los otros y hacen oídos sordos a sus palabras,” comenta la especialista en medios Rhonda Rees. “Cuando una persona invierte de su tiempo en llamarte o mandarte un correo electrónico, es cosa buena agradecerle oportunamente.”
- Da los buenos días incluso a extraños
Una de las maneras para que tu cerebro vuelva a la realidad mientras haces sentir queridos y apreciados a quienes te rodean, es dando los buenos días a las personas con las cuales te cruzas en el camino.
“Cuando te cruzas con alguien, ya sea un colega o alguien que no conoces, y lo saludas con un ‘buen día’ le transmites buena energía a la vez que recibes la satisfacción (consciente o inconscientemente) de saber que alguien se alegró de verte,” declaró Caled Backe, experto en salud y bienestar de Maple Holistics. “A veces, esos pequeños actos tienen gran alcance.”
- Envía un correo “real” a tus amigos
Dado que actualmente la gran mayoría del correo que recibimos son cuentas y cupones de descuento, puede ser una gran idea enviar una carta o una tarjeta escrita a mano de manera tal que tus amigos reciban algo lindo y agradable.
“¿Recuerdas qué lindo era recibir una postal de un amigo o familiar que estaba de viaje? La próxima vez que viajes, busca una postal y envíala por correo a alguien que aprecias,” sugiere Scalisi. Gestos de antes, como éste, son personales y le demuestran al otro que pensaste en él, que lo tuviste en cuenta y cuando hablamos de ser amables, ¿qué más se puede pedir?
Este artículo fue escrito por Carolyn Steber y publicado originalmente en Bustle.
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